lunes, 13 de febrero de 2017

Bibliotecas cruceñas: aisladas unas de otras



Sonia Molina tiene 55 años y maneja desde kindles hasta cuentas en Amazon; desde hace 35 años es la responsable de la biblioteca del Centro Boliviano Americano (CBA). “Hace cuatro años inauguramos la nueva biblioteca; si no la hubiéramos actualizado, los jóvenes no vendrían”, cuenta la encargada de una de las bibliotecas más cómodas de la ciudad.


Trabajar para el CBA le planteó a Molina el reto de formarse en informática. “Hace años la gente hacía fila para acceder a la Biblioteca Municipal, pero no hicieron aulas digitales ni ofrecen computadoras, entonces, los estudiantes prefieren ir a otros lugares”, argumenta Molina, a quien trabajar para la embajada estadounidense le dio acceso a una de las primeras computadoras que llegaron a Bolivia.


Las seis principales bibliotecas de la ciudad actualizaron sus bases de datos hasta el año pasado, aunque la más visitada de 2017, con 53.817 usuarios, la Biblioteca Central, no cuenta con un área computarizada y aunque contiene el mayor personal de todas las bibliotecas (20 personas) es la que menos horas abre (tres horas menos en promedio), y solo de lunes a viernes, molestando a sus usuarios por el puente de tres horas al mediodía.


Isabel Jordán, la encargada de esta biblioteca ubicada en la plaza del Estudiante, comenta que las 20 personas que trabajan en el edificio recibieron un curso básico de bibliotecología.
Carlos Yapu, albañil de oficio, va tres días a la semana a la bilioteca por el wifi, pero se queja de que es lento. “A veces leo algo de historia, pero vengo mayormente por el internet y me quedo tres horas”, dice Yapu. La conexión es brindada por una alianza entre Cotas y Viva con la biblioteca.

Islas
La biblioteca de la UPSA recibe 400 visitas de personas ajenas a la universidad al mes y de 2.000 universitarios y docentes de esta institución, además es la que más volúmenes tiene, con 40.000 libros y 30.000 tesis, revistas y planos de la ciudad (seguida por la biblioteca de la Aecid, con 23.000 libros y producciones propias); su responsable, Ana Mila Montero, expresó su preocupación con relación a dos temas de las bibliotecas cruceñas: “En la UPSA somos solo tres bibliotecarios, pero no se debe a una falta de presupuesto, sino a la falta de bibliotecarios con formación en Santa Cruz”, explicó Ana Mila.


“Cuando lanzamos convocatorias para bibliotecarios no recibimos aplicantes porque falta formación en este oficio, pese a que se hicieron cursos y se intentó hacer una especialidad en la UPSA, no tuvo resultado”.
Montero también mostró su preocupación sobre la falta de coordinación entre las bibliotecas cruceñas: “Acá no tenemos una asociación de bibliotecas como sí las tienen en Cochabamba y La Paz; ”, agregó la bibliotecaria.


Por su lado la Aecid, que tiene una de las instalaciones más modernas de Santa Cruz, tiene entre sus libros facsímiles de expediciones españolas en Sudamérica y también material restringido, solo apto para ciertas agencias.

Bibliotecas específicas
La biblioteca del Museo de Historia Natural recibió el año pasado 3.000 libros de biología cedidos por el Centro Cultural Simón I. Patiño. Esta biblioteca todavía usa para catalogar sus libros la edición del Sistema de Clasificación de Dewey editada en 1980, si bien ya existe una versión de este año.


La biblioteca del Museo de Historia de la UAGRM contiene una de las hemerotecas más importantes del país y recibe diaramente 15 personas entre investigadores nacionales e internacionales. También tiene archivos digitalizados

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