domingo, 4 de junio de 2017

La mirada a la crueldad en la obra de Andrea Jeftanovic


Más que marcada, Andrea Jeftanovic se siente incomprendida cuando recuerda la polémica que causaron dos de sus cuentos, Árbol genealógico y Tribunal de familia, en los que retrata la violencia y el abuso hacia los niños. Más aún sabiendo que hay algunos sitios de internet donde todo esto se continúa distorsionando.
“No es que tenga una obra tan extensa pero, de seis libros, solo se ha destacado eso, cuando para mí ha sido mucho más primordial trabajar la mirada infantil; eso sí ha sido una búsqueda que coincide con mi primera novela, Escenario de guerra (2000)”, indica Jeftanovic.


La escritora chilena es una de las invitadas de lujo que tiene el encuentro de narrativa de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. Jeftanovic participará hoy de la mesa La lectura en el proceso creativo, con los autores nacionales Saúl Montaño, Isabel Suárez y Alejandro Suárez, bajo la moderación de Giovanna Rivero, a las 19:30, en el salón Sebastián Molina.
“Siempre me ha interesado trabajar esa mirada infantil, esta perspectiva infantil que es como un truco. No es que yo quiera reproducir el habla de niños, sino me interesaba trabajar un poco la tradición de El tambor de hojalata, esa mirada con lírica a los momentos de violencia, una mirada que siempre viene incómoda, que puede cuestionar, que puede acercarse con otra aproximación, pensando que se establece cierta rivalidad o cierto contrapunto entre la mirada adulta y la mirada infantil”.


Desde su primer libro hasta ahora, que prepara uno de cuentos, Jeftanovic cree que su voz ha ganado “frialdad”, cierta contención, ya que reconoce que en sus primeros textos era más sentimental. “De hecho yo creo que en el libro de cuentos No aceptes caramelos de extraños le fue bien a algunos cuentos porque producían cierta incomodidad, o cierto escozor como pusieron, porque aparte es raro ver en una autora mujer que escriba así, y es algo que me gusta mucho. Yo digo que es como la literatura de la crueldad, pero no de la crueldad solamente. Me ha gustado un poco disociar mi persona de la autora, y escribir cosas políticamente incorrectas, más audaces”, explica Jeftanovic.


Entre sus trabajos publicados están el ensayo Conversaciones con Isidora Aguirre y la novela Geografía de la lengua. Mantiene una amistad cercana con Giovanna Rivero, con quien hizo una residencia en España en 2011. También fue amiga en Chile de Emma Villazón.


Aplaude la nueva generación de autoras de su país, como Natalia Berbelagua, Romina Reyes y Paulina Flores, “que no se siente obligada a escribir sobre la dictadura. Es una generación más libre”, comenta Jeftanovic.

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